domingo, 31 de octubre de 2010

Día de muertos y Terapia de Arte

El Día de Muertos es una celebración mexicana la cual también se festeja en algunos países latino americanos. En México el origen es prehispánico y honra a los difuntos el dos de noviembre y coincide con las celebraciones de: Día de los Fieles Difuntos, Todos los Santos y de Halloween en EU.

El hombre a lo largo de la historia ha representado a la muerte y los sentimientos que tiene alrededor de la misma con arte, su mundo externo (el universo, los animales que le rodeaban, los acontecimientos naturales, etc.) así como su mundo interno (sentimientos, acontecimientos familiares y sociales, etc.) se ven reflejados en las distintas obras artísticas de las diversas culturas.

Esta celebración  pone  a la gente en contacto con las personas que han perdido en el caminar por su vida.  Cada ritual en todas las culturas, tiene una serie de símbolos que dan significado y distinción a la misma.
Cuando se acerca la fecha del Día de Muertos, la gente comienza a pensar en sus difuntos, y a organizar la forma en la que se acomodarán cada uno de los símbolos en el mismo: las flores, la comida, las calaveras de azúcar,  los sirios, los alimentos, dando un significado especial a cada elemento y a cada ofrenda.
Al traer al aquí y al ahora a las personas que ya no están  se  narran de nueva cuenta las historias, los recuerdos, las cosas que hicieron en su vida, sus logros y aportaciones. De esta manera unos procesan la pérdida, otros celebran la vida y las  nuevas generaciones que no estuvieron en contacto con los que ya se fueron tienen la posibilidad de conocer, relacionarse e integrarlos, ayudando esto a crear lazos afectivos que permiten dar identidad, continuidad, historia y tradición, al individuo y a la familia.
Metafóricamente, en terapia de arte, al  trabajar con individuos o familias sus pérdidas, sus carencias, sus abandonos, etc., se crea un “altar” (el arte que el individuo o  la familia realiza), en donde cada elemento tiene una razón de ser, se genera el espacio, el material, se narra la historia nuevamente, se representa a la persona, al problema, se transforma la carencia o el abandono, y se coloca en un lugar especial y el cual es “manejado” por el terapeuta y el individuo o familia con respecto, atención, cuidado y afecto.
Existen muchas formas de hacer arte para “hablar de las pérdidas”: libros, cajas, fotografías, altares, los cuales nos sirven como medio acompañar como terapeutas de arte a los individuos a que encuentren a través de sus creaciones, nuevas formas de recordar, acomodar, transmitir y procesar dichos sucesos. El arte es un medio resiliente por naturaleza que promueve la reparación emocional del ser humano.

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